Según la Real Academia de la Lengua la Resiliencia es «la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o a un estado o situación adversos».
La resiliencia, es la capacidad de adaptación de un ser vivo ante la adversidad. Desde la Neurociencia se considera que las personas más resilientes tienen mayor equilibrio emocional frente a las situaciones de estrés, soportando mejor la presión. Es decir, hablamos de una persona resiliente haciendo referencia a aquella que es capaz de aprender de las dificultades, evolucionando y extrayendo aprendizajes.
Podemos preguntarnos si el ser humano llega a este mundo con el bagaje de esta competencia de serie, pero lo cierto es que se trata de una actitud que se puede trabajar, una forma de afrontar la vida a la que todos podemos aspirar.
Así que, ¿qué define a una persona resiliente?
- Es capaz de extraer aprendizajes, experiencias positivas de momentos o situaciones difíciles.
- Tiene una visión optimista y positiva de la vida.
- Es objetiva y mantiene los pies en la tierra.
- Se rodea de personas, pareja, familia, amigos, que constituyen una red de apoyo imprescindible, con las que es capaz de desahogarse y liberarse de la carga emocional que en ese momento tenga sobre sus hombros.
- Es asertiva y empática. Sabe escuhar sin juzgar.
- Está motivada, en constante búsqueda de proyectos y nuevos retos.
- Tiene una mente planificadora y reflexiva, buscando la manera de cambiar, mejorar, afrontar cada situación que se le presenta.
- Vive la vida con sentido del humor, es capaz de relativizar sus propios problemas o situaciones para afrontar el estrés negativo y superarlo.
Probablemente te veas identificado en alguna de estas características (o en todas). Y has de saber que trabajándolas se puede llegar a entender la vida de una manera práctica, como una fuente de aprendizajes inacabable que llegan tanto de lo bueno como de lo malo. Cómo todas esas vivencias nos van a realizar como personas, individuos únicos, fuertes, decididos, empoderados, y nos van a permitir afrontar cualquier situación de manera exitosa con el único fin de lograr ser felices.
La resiliencia nos va a permitir liberarnos del estrés, de la angustia que a todos nos embarga en determinados momentos y situaciones de la vida. Cada uno con sus tiempos, con sus formas, pero todos con la necesidad común de sacar esos sentimientos negativos afuera, para dar paso a estrategias de afrontamiento adaptativas, y, al final, ponernos de nuevo de pie y seguir adelante fortalecidos.
«En medio de la dificultad reside la oportunidad» A. Einstein