Psicóloga Vanesa Pérez Padilla

Chica mordiéndose las uñas. Ansiedad ante la visita al profesional sanitario: cómo minimizarla

Ansiedad ante la visita al profesional sanitario: cómo minimizarla

Si bien las visitas a los profesionales sanitarios es algo que entra dentro de lo cotidiano, en numerosas ocasiones resulta ser un estresor importante que puede llegar a paralizar, haciendo que no prestemos la atención necesaria o nos olvidemos de transmitir información que puede ser realmente valiosa. En algunos casos incluso llega a desencadenar sintomatología ansiosa.

Tanto si se es el propio paciente como si se trata de una consulta relacionada con cualquier otro familiar, la buena noticia es que ya solo el hecho de prepararla nos permite reducir el componente emoocional negativo que nos provoca .

Aquí os dejo varias recomendaciones:

Antes

Vamos a tratar de rebajar la ansiedad preparándonos y controlando/regulando emociones. Para ello:

  • Ser realistas: la cita médica es incómoda pero vamos a tratar de llevarla lo mejor posible.
  • Los días previos trataremos de mantenernos ocupados, haciendo lo de siempre pero sin llegar al estrés.
  • No buscar información que no sea imprescindible en internet
  • Tratar de responder a cuestiones relacionadas con la consulta: ¿Qué datos tengo sobre ella? ¿Cuál es el objetivo? ¿En qué nos puede ayudar la visita?¿De qué tengo miedo? ¿Por qué?
  • Anotar  todas las dudas, por banales que te parezcan. No hay duda irrelevante.
  • Si se tiene la oportunidad, resulta beneficioso hablar de ello, de las emociones que genera esa inminente cita con alguien que nos inspire confianza, pero sin vivirlo como una obligación, lo que se conoce -simplificando mucho- como ventilación emocional
  • Dormir, algo que a veces puede resultar enormemente complicado. Se puede acudir a suplementos naturales tipo Valeriana, infusiones…
  • Relajación diafragmática, para reducir la activación fisiológica que acaba conduciendo a la ansiedad
  • Y por supuesto pedir ayuda si nos encontramos desbordados.

Durante 

  • Hazcer un par de respiraciones profundas antes de entrar en consulta
  • En la sala de espera no está de más escuchar música, leer, ten una conversación insustancial o sobre cualquier otro tema…
  • Hacer estiramientos y evitar entrar contracturados o rígidos.
  • Una vez dentro hacer toda las preguntas que se llevaban preparadas y las que vayan surgiendo, sin miedo. Compartir cualquier inquietud o información que consideres relevante con el equipo. Si no da tiempo, preguntar si se pueden enviar por correo o de algún otro modo.
  • Intentar mantener una escucha activa.
  • Tomarse el tiempo necesario (dentro de lo que se permita) para expresar cómo nos sentimos ante la misma, ante una noticia, un diagnóstico…

Después 

  • Respirar profundamente de nuevo al salir.
  • Dejar fluir todas las emociones que nos han surgido. Si hay que llorar hacerlo, ¿por qué contenerse?
  • Pensar en las cuestiones que llevábamos preparadas y tratar de ver si se han respondido, escribirlas. Analizar la coversación que hemos mantenido y si se ha acudido acompañado compartirla por si se nos ha pasado algo. Entre ambos tendremos una visión más completa.
  • Comparar lo que pensábamos que iba a suceder y cómo se ha desarrollado. ¿Cómo te sentiste durante la consulta? ¿Y después?
  • Celebremos de algún modo este paso. Algunos optan por una comida especial, o una pequeña recompensa (personalmente, acudo a algún dulce de esos que no me permito habitualmente!)

LA ANSIEDAD NO ES MÁS QUE UN MIEDO INTENSO E IRRACIONAL. LE QUITAMOS VALOR PONIÉNDOLE NOMBRE. HABLANDO DE ELLO, LE QUITAMOS PODER. NOS ACOMPAÑA, PERO NO TIENE EL CONTROL

 

Si te encuentras en esta situación, escríbeme y podremos trabajar para mejorar tu bienestar y calidad de vida. 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *